Jueves a 31 de octubre
El
día empezó por la mañana,una fría mañana. Yo, como todos, estaba muerta de frío, pero estábamos
entusiasmados por un motivo:
Halloween.
No
teníamos ni idea de lo que nos esperaba.
Sonó
la campana: ¡riiiiiiiiiiinnnnnnnnnngggggggg!. Entramos, al principio fue como siempre, pero pronto llegó la hora de la merienda
y la clase de quinto y sexto curso salimos corriendo a los aseos a cambiarnos para la
fiesta.
Los baños estaban repletos de alumnos/as, así que
tardamos mucho en disfrazarnos.
Cuándo terminamos fuimos al recreo. Nos atosigaron de
fotos y nos hartamos de parlotear y parlotear.
El recreo se nos pasó volando pero los
maestros/as nos dijeron que
prosiguiéramos.
Los maestros/as sacaron unos aros y pronunciaron en voz
alta:
-¡Aros al suelo!
-¡Viva! -contestamos al unísono.
El suelo se vio repleto de aros de diversos colores, parecía un cuadro picassiano.
Nos lo pasamos de miedo bailando terroríficamente y
buscando hábilmente el cobijo de un aro.
Y
otra vez sonó la campana: ¡riiiiiiiiiiinnnnnnnnnnggggggggggg!.
Los
tutores y tutoras pronunciaron la frase: ¡Cambio de juego!
Estos, sacaron una enorme cinta negra y elástica con la
que atravesaron el patio. Cada uno inflamos un globo naranja, sucesivamente le
dibujamos un rostro sarcástico.
Luego, con un espíritu competitivo, lanzamos los globos
al campo del
adversario hasta dejarnos las manos grabadas en ellos.
Desgraciadamente terminó pronto y nos retiramos a
nuestras casas. Pienso que ha
sido una fiesta excepcional y que todos los tutores han puesto de su parte,por
eso les quiero dar la enhorabuena.
Sara Funes
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